Wednesday, February 23, 2011

Cómo surgirá el líder empresarial del 2025

Los nuevos instrumentos de social media han cambiado el panorama cívico, y creo que en un futuro próximo, también podrán cambiar la selección del liderazgo de las empresas.

La media social democratizó las fuentes de información, y al mismo tiempo permitió también que el mercado de una respuesta más rápida. Así vimos como cayó el jefe de gobierno de Egipto pocas semanas después de la caída del jefe tunecino, al tiempo que toda una región está agitada por una juventud instruida y sin perspectivas.

Si bien estas son renovaciones políticas aplaudibles, también es cierto que ha habido resultados preocupantes en diversas elecciones y en demasiados países -no árabes- como para que lo ignoremos.

Vea, por ejemplo, el interesante artículo de Moisés Naim, "Payasos, brujas y democracia" en El País. Asimismo el Daily Show, desde la cuna de la democracia republicana, sugirió que un candidato habría ganado las primarias del partido Demócrata en South Carolina apenas porque su nombre era el primero de la lista: "Alvin Greene Wins South Carolina Primary". En Sâo Paulo un payaso que se presentaba en la televisión fue elegido diputado federal, según puede comprobar en este artículo de Correio Braziliense: "Palhaço Tiririca torna-se fenômeno e deve conquistar um milhão de votos".

Además de la falta de utopías, son dos los movimientos tecnológicos que contribuyen a estos resultados electorales, por ahora sólo bizarros, pero ciertamente preocupantes:

- Las técnicas de mercadeo, que homogenizan los mensajes de las opciones electorales.

- El advenimiento de la social media, que permite la rápida aglomeración del fastidio en torno a los candidatos de protesta.

Antes el líder debía proponer una visión para atraer adeptos a ella. Hoy los candidatos buscan auscultar a los votantes para decir lo que el electorado quiere oír.

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El resultado es que todos prometen casi lo mismo y hoy se vota en candidatos como se compra sal, sin pensarlo mucho porque los candidatos perdieron su marca. No debería sorprender que en las elecciones la población vote por cualquiera de ellos.

Creo que esto contribuye en algo a explicar la elección de "payasos y brujas", así como también explica resultados electorales muy relevantes, como los que llevaron a un casi empate entre Gore y Bush en EE.UU en el 2000, cuando 13% de los colegios electorales se definieron por un margen inferior al 5% de los votos.

Hay un nuevo factor tecnológico que contribuye a estos resultados. La formación de la opinión pública hoy es más democrática, y la social media permite que rápidamente afloren aglutinaciones en pro de candidatos que serían impensables en la época de la media centralizada como la de los periódicos y la televisión. El mismo Barack Obama, un candidato inesperado, supo usar los nuevos instrumentos que le llevaron a la presidencia de Estados Unidos.

En cuestión de liderazgo, las corporaciones están rezagadas. Es cierto que en ellas los líderes son ungidos aún hoy de una forma mucho menos democrática que en las elecciones, pero no creo que pueda seguir así por mucho más tiempo.

En breve se irán jubilando los más habituados al liderazgo autocrático de los ungidos y crecerá el peso la opinión y la práctica de la generación Y. Estos jóvenes son saludablemente más insubordinados, porque se formaron en sociedades más libres que las de los que sufrimos la Guerra Fría.

Los que hoy son jóvenes pedirán más voz y se alinearán con quien se las de. Esa es la lección que debemos aprender de lo que está pasando en los países árabes.

No creo que demore mucho más que una década para que comencemos a sentir los vientos el cambio. Valdría la pena que fuésemos pensando en cómo serán elegidos los líderes de empresas en los próximos 10 o 15 años, porque no sería saludable que todo cambiase menos la forma de dirigir a las empresas.


Alfredo Behrens es profesor de Liderazgo Intercultural en FIA, São Paulo.
America Economia
22/02/2011